sábado, 30 de agosto de 2008

EL POEMA DE NEL Y SIMÓN


CUATRO










Por callejones mugrientos
Nel husmeó babeó se armó,
En fin
Dañó y fragmentó
Sus propios territorios existenciales —el Yo, que le llaman—
Por hoteles y cantinas
Tianguis y Academias
Nel se desplazaba
Siempre adelante
Siempre dormido
Como el hombre sin pasado
O como la huella ágrafa
Borrada en otra huella subrepticia.
Y a medida que Nel avanzaba
Iba desparramando una estela nauseabunda de rumores,
La siempre fatídica
Voz sin origen
De los rumores:
Se dijo entonces que trabajaba para el narco
Que había cambiado de identidad y también
De sexo
Que practicaba todas y cada una de las variantes
Pertenecientes al inmenso catálogo del sado-sudaca-border
A un módico precio o, inclusive,
Por trueque.
Ahora bien:
¿Eran todas aquellas habladurías
Malintencionadas y sensacionalistas
Nada más que el comidillo popular
Producto de la siempre cobarde
Imaginación amarillista?
Lo cierto es que Nel,
Ajeno a esta polémica,
Nadando sobre grietas hipertextuales
Corriendo aceleradamente
Por los Párrafos Vacíos de la historia
Atisbó el ojo rabioso de la locura
Y se perdió,
Ya tarde, ya noche,
Por entre los rieles suburbanos de la muerte.

viernes, 29 de agosto de 2008

EL POEMA DEL NEL Y SIMÓN

TRES

Pero las peores fobias, a mi entender, son la pantofobia, que es tenerle miedo a todo, y la fobofobia, que es el miedo a los propios miedos. ¿Si usted tuviera que sufrir una de las dos, cuál elegiría?

ROBERTO BOLAÑO, 2666:
La parte de los crímenes



Yo elegiría sin lugar a dudas
La fobofobia, pensó Simón
Mientras ante sus ojos acuosos ya de miedo
Se desplegaba,
Como arañita sigilosa,
Un desfile inusitado de entidades insustanciales
La Ciudad Decadencia
La Ciudad Apócrifa
La pantofobia de neón
La fobofobia de plástico.
Y en vista de Ello, qué otra cosa hacer
Sino correr pantofóbico de un lado a otro,
Muerto, de un lado a otro,
Enloquecido en el metro, un poco angustiado por la calle,
Atascado de cerveza o estrangulado por botanas
Preguntándote sobre materias inverosímiles,
In-ciertas, in-significantes
Viejas y ácidas canciones del abandono postcolonial
Pero que para Simón revestían
Ciertamente
Algún retorcido y vulgar interés:
La raíz etimológica
De un huarache
Por ejemplo
O de un sope
O las substancias sin origen
O de origen antimetafísico
Que compondrían eventualmente
Al pozole.
A veces, también,
Borracho saliendo de una cantina o subiéndose a un taxi
Simón no podía soslayar las increíbles inscripciones grabadas,
Sino a fuego,
Sí con el ánimo pendenciero de los inhabitados
Habitantes de la Ciudad-Capitalismo Radical,
Aun cuando cabía la posibilidad de que todos esos sintagmas
Todos esos salivazos de lenguaje
Consistieran más bien en alucinaciones
Producidas por un exceso de pantofobia
Esa Pesadilla Esa Mugre Impoluta
Fajándote de día y de noche
Mete y saca
Mete y saca
Contrapunto interminable
Como La Gran Mamada de una vigilia
De irrealidades visibles como las de Calle-Hombre-Quieto.
Pero Nel,
Con la garganta seca ya de angustia,
Con náuseas y espasmos fobopantofóbicos
Y atrapado en su propia memoria escatológica
En su violenta y,
Por definición,
Maníaca negatividad
El Rostro o acaso la mueca virulenta
De los que sufren el decimoctavo síndrome de abstinencia
No lo pensó dos veces y gritó,
Sudoroso,
Paranoico,
Paren esta chingadera
Yo me bajo.

lunes, 25 de agosto de 2008

EL POEMA DE NEL Y SIMÓN


DOS






Ya en el Oeste,
Simón,
Empotrado sobre la cabina neoindigenista de su cerebro llameante
Se preguntaba y repetía mecánicamente aquella cuestión
Tan típicamente literaturizada
Materia fija de todos los colosos bardos de las zonas depauperadas,
Nuestros antepasados
Bien pasados
Por entre las páginas utópicas enterradas por el
Boom!:
¿Cuándo,
Cuándo nos jodimos?
¿No habrá sido después de los huracanes y los
Vómitos negros de la heroína?
¿No habrá ocurrido antes de nuestra tan exacerbada
Tendencia al onanismo?
¿No habrá sido la víspera?
¿No habrá sido la víspera de la víspera?
Carajo:
¿Existirá alguna miserable salida
A este laberinto espejeante?
¿Un contorno de luz por donde, al menos,
Se vea nuestra imagen distorsionada?
Seguro que Nel,
Con los ojos semicerrados y el cigarro en las tripas,
Soñaba despierto
Con golpes en seco,
Golpes cayendo en picada
Las sacudidas eléctricas
Abrasando los hombros tristes de todos los zombis drogados del DF
Soñaba
Con tatuadores reunidos en torno a una espalda infinita
En cuyas miasmas sangrientas todavía eran distinguibles los rastros
De la vanidad, los sucios poemas de la vanidad
Y el desenfreno.

jueves, 21 de agosto de 2008

EL POEMA DE NEL Y SIMÓN

El poéma de Martín Cinzano Rojas que acontinuación se presenta debido al blog se publicará por episodios, sin embargo gracias a su estructura de alguna manera nos permite dividirlo y mostrarlo por entregas.


Una disculpa al autor



EL POEMA DE NEL Y SIMÓN
—Épi(lépti)ca cómica—
Martín Rojas

UNO


Nel y Simón palimpsestos
Desesperados y bizarros
Corrieron por las calles de Ciudad-Plástico
Rodaron por los subterfugios de una retórica vacía
Embistiendo a cuanto transeúnte pálido encontraban
Enjaulados en casas de apuestas apañadas
O en dudosos Grillódromos del demonio, sin dinero y vacilantes
Iban Nel y Simón:
Esqueletos sedientos
Hologramas de los pequeños Saltamontes metafísicos
Que habitaron Ciudad-Plástico:
Así
Interrogando a sus ya embrutecidas y sucias y paranoicas
Conciencias,
Pateando de paso gruesos significantes vacíos
Cáscaras,
Diversas sustancias químicas en descomposición
Moviéndose sin cuidado por las sendas de la fetidez,
Por los espacios sin señales ni signos a los que
Indefectiblemente
Llevan las sendas de la fetidez,
Iban Nel y Simón.
Preguntaban:
¿Eran
O no eran
Las tales calles
Monumentos dignos para desarrollar
Estética y éticamente
La responsabilidad
La libertad
La bondad
La imaginación
La diáfana transparencia?
Nel,
Que fumando quiso estirar las piernas en una esquina de putas,
Harto ya de masturbarse
Miró a Simon y le dijo sáquese:
¿No ve que el futuro es de los teporochos dormidos,
De las ratas del metro
De los hombres-amplificadores del metro
Y de las mujeres-machos de Tepito?
Simón
No le devolvió un gargajo pero le escupió de igual manera
Que de algo hay que vivir so huevón
Aunque fuera esa una forma ya viciada por
El repetidísimo aneurisma epiléptico y subcutáneo
De las preguntas psicovaginales o
Postcoitales elaboradas años ha
Por los Heteróclitos corruptos.
Y entonces
Nel, apagando su cigarrillo,
Un poco alarmado ante las sonoridades
Profilácticas que podía adoptar el lenguaje smegmático
Y transmoderno de su compañero
De rutas y putas y anos denigrados
—sexo soulcore, pederastia asiática: derroche—
No quiso decirle a Simón
Que esa era más bien una filosofía desesperada
De yegua enloquecida o al menos
De loca subdesarrollada adicta a las esdrújulas
Pues ahí como lo veían consideraba que
Simón después de todo era un hijo de perra
Pero de Ley.
¿Un amigo?
Nel: ¿un afásico muerto de hambre?
Simón, ya harto del silencio,
Desvió la mirada y vio pues
Venir al enésimo camión
Rumbo a la Nada o quizás
Rumbo al Norte
Ambas direcciones que,
En Ciudad-Genocidio,
vienen a significar
prácticamente
Lo Mismo.

martes, 19 de agosto de 2008

domingo, 17 de agosto de 2008

LOS CIELOS




Cielos de oro mexicano,
cielos de nubes doradas,
de nubes amotinadas,
son cielos americanos,
como cielos africanos,
con las estrellas voladas,
estrellas multiplicadas,
y con luceros lejanos.
cielos de ether y amatista,
cielos sin fin a la vista,
cielos de auroras boreales,
y de astros municipales,
cielos de aviones volantes,
y gaviotas ondulantes.
Pita amor

LAS OLAS














Olas que vienen y van,
olas grises encrespadas,
verdes, azules, moradas,
olas que a la nada van.
Las olas ¿ a dónde irán?
Olas de zinc, sinceladas
Olas de plata onduladas
De la China, Paquistán.
Las olas se evaporaron,
y en los cielos se estrellaron,
Las olas que ya se fueron,
Nunca mas, jamás volvieron.
Como un faro me he quedado,
sola ya en el mar dorado.

Pita amor

SOBRE EL RETABLITO BARROCO

Este Retablito Barroco se abre al espectador como una bitacora donde se va planeando una propuesta cultural, es un ameno relato reticulado de cuerpos y calles.